Se denomina medicina integrativa a los planes de tratamientos integrales que tienen como objetivo tratar el cuerpo, la mente y el espíritu. Incluye y coordina específicamente el uso de terapias complementarias junto con la medicina convencional.
Normalmente, un los terapeutas sugieren una combinación de tratamientos para mejorar el bienestar de una persona. Por ejemplo, puede que una persona practique yoga para reducir el estrés, pero también sea recomendable que se ponga en contacto con un acupuntor.
Los profesionales tienden a agrupar las terapias complementarias en tres áreas clave: nutricional, psicológica y física.
Enfoques nutricionales
Las terapias complementarias nutricionales incluyen productos como hierbas, suplementos vitamínicos y minerales y probióticos. Los suplementos vienen en muchas formas de administración, como pueden ser cápsulas, líquidos y polvos. La persona también puede recibir un plan dietético específico.
Cualquier paciente siempre debe hablar con un médico antes de tomar cualquier suplemento además de su tratamiento prescrito. En algunas ocasiones, combinarlos puede provocar ciertas interacciones. Por ejemplo, la vitamina K puede reducir la eficacia de la warfarina, que es un medicamento anticoagulante. Es necesario cerciorarse de que no existen incompatibilidades antes de la toma de suplementos.
Enfoques psicológicos
Las formas psicológicas de terapia complementaria tienen como objetivo asentar la mente y reducir el estrés. Estas terapias incluyen
- meditación
- hipnosis
- terapias de relajación
- terapias musicales
- terapias artísticas
Existe una gran conexión entre las terapias mentales y corporales. Por ejemplo, aunque el yoga y el tai chi son prácticas físicas, también promueven el bienestar psicológico.
Enfoques físicos
Los enfoques físicos de la terapia complementaria pueden incluir alguna forma de manipulación muscular, como el masaje o servicios de fisioterapia. Los pacientes también pueden recibir tratamiento de un quiropráctico, que puede manipular la columna vertebral para reducir el dolor o aliviar otros problemas de salud.
Por otra parte, la acupuntura es un tratamiento físico durante el cual un profesional inserta finas agujas a través de la piel para estimular puntos de presión específicos.
Las terapias físicas pueden realizarse individualmente o como parte de una clase de yoga o el tai chi.
¿Está la medicina integrativa en auge?
El uso de la medicina integrativa está creciendo, sí y lo viene haciendo desde hace una década. Especialmente en los centros especializados en cáncer, donde más personas solicitan enfoques complementarios además de los tratamientos clínicos, como la quimioterapia.
De hecho, en 2017 un estudio descubrió que 45 centros de tratamiento del Cáncer habían aumentado el número de tratamientos complementarios que ofrecían en sus sitios web en el transcurso de 7 años, de 2009 a 2016. Las terapias más populares eran la acupuntura, la meditación y el yoga.
¿Cuál es el objetivo de la medicina integrativa?
Cuando un profesional sanitario introduce terapias complementarias como parte del plan de tratamiento de una persona, el objetivo suele ser aliviar algunos efectos secundarios de la medicina convencional.
Por ejemplo, los autores de una investigación en 2018 señalan que la acupuntura parece especialmente eficaz para reducir la fatiga en personas con cáncer de mama que reciben tratamiento anticanceroso.
Otra área que puede beneficiarse de la terapia complementaria es la fertilidad. Un estudio realizado en 2018 obtuvo como resultado que las mujeres que practican yoga junto con otras terapias de mente y cuerpo pueden sentirse menos estresadas y ansiosas durante el tratamiento de fertilización in vitro. Su salud psicosocial también mejoró en muchos casos.
Beneficios de la medicina integrativa
Introducir la medicina integrativa puede tener diversos beneficios. En general, ayuda a las personas a lidiar con enfermedades difíciles y reduce su angustia.
Además, en algunos casos, la medicina integrativa puede realmente mejorar el estado de salud de una persona. En Corea del Sur, una prueba descubrió que cuando las personas recibían medicina integrativa después de experimentar un accidente cerebrovascular, tenían tasas de supervivencia más fuertes a los 3 y 12 meses que los que recibieron solo la medicina convencional.
Aunque el tratamiento inicial fue más costoso, evitó futuros ingresos hospitalarios, lo que abre una vía para ayudar a los hospitales a ahorrar dinero a largo plazo.